La guerra de EE. UU. en Irak terminó siendo un error cuya resonancia aún sigue haciendo eco.
La operación estadounidense destruyó a la sociedad iraquí y perturbó al país. ¿La ganancia valía la pena?
La presentación que intentó convencer al mundo de la necesidad de invadir Irak, las bombas que cayeron luego y el presidente George W. Bush proclamando la victoria. Con eso no concluyó la sangrienta ocupación que algunos dicen que estuvo basada en falsedades.
“La razón principal por la que entramos a Irak en aquel momento fue porque pensábamos que tenían armas de destrucción masiva y resulta que no era así”, afirmaría Bush más tarde.
Para algunos un error, para otros, una mentira. La conclusión fue la ejecución de Saddam Hussein, la impunidad y el caos.
Durante su campaña electoral, el entonces candidato a la presidencia de EE. UU. Barack Obama anunció que todas las tropas estadounidenses regresarían. Pero estos años de errores en la inteligencia estadounidense se pagaron con sangre. Más de 4.400 de sus propios soldados fallecieron. Otros 30.000 regresaron heridos.
“Ha sido un episodio traumático y triste en la historia de Estados Unidos. Resultó ser una mentira. No hubo tal amenaza jamás en Irak”, afirma el analista político Juan Carlos Hidalgo.
Para los iraquíes la operación estadounidense no solo dejó en ruinas sus infraestructuras y su forma de vida, sino que masacró a parte de su población. Cerca de un millón de iraquíes murieron a causa de la invasión, según datos del Opinion Research Business presentados en 2007.
Pérdidas económicas
En términos económicos, la invasión y ocupación de Irak se ha convertido en el conflicto estadounidense más caro desde la Segunda Guerra Mundial. La previsión original era de 50.000 millones de dólares. El costo actual son unos tres billones de dólares. En una cuenta adicional, unos 9.000 millones de dólares estadounidenses enviados para sufragar la reconstrucción del país han desaparecido. Y poco se sabe de lo que se hizo con el dinero de los contribuyentes de este país.
A pesar de los anuncios del presidente Obama del repliegue de tropas a finales de este año, para muchos analistas, este no es el final de la invasión.
“América tiene muchos intereses estratégicos en Irak y al Gobierno iraquí no le importa. América va a estar muy presente en Irak a pesar de la retirada de tropas estadounidenses”, opina Nabil Mikhail, profesor y analista político.
¿Se irá EE. UU. de Irak?
Además de las tropas gubernamentales, en la operación participaron contratistas que llevaban a cabo funciones ordenadas por el Departamento de Defensa.
Durante el verano de 2009, más de 15.000 empleados de estas compañías formaban parte de las fuerzas operativas de la invasión. Estas fuerzas especiales no rendían cuentas a nadie y algunos de ellos fueron acusados de abusos y homicidios, después de que la verdad saliera a la luz pública. Y esto sin duda dejará una cicatriz más en el rostro del nuevo Irak.
En lugar de los soldados, permanecerá en Irak un contingente de ´funcionarios´, 16.000 para ser exactos. Entre ellos también abundarán contratistas, para algunos directamente mercenarios, que nuevamente contarán con inmunidad diplomática.
Fuente: RT
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