En medio de la profunda crisis económica, el nuevo Gobierno español ha marcado sus dos prioridades políticas:
la situación en la zona euro y sus relaciones con América Latina. Mariano Rajoy ha vuelto a crear una Secretaría de Estado de Iberoamérica.
España comparte con América Latina no solo la lengua, sino también "vínculos comunes", "valores" y "una forma de entender la vida", ha subrayado durante la toma de posesión el nuevo ministro de Exteriores del país, José Manuel García-Margallo. Europeísta convencido y europarlamentario desde 1994, García-Margallo destacó que España es el segundo inversor internacional más grande en América Latina y se comprometió a apoyar a los emprendedores nacionales que busquen negocio fuera de las fronteras del país. Subrayó que la tarea principal de su política será contribuir a la recuperación económica de España y a la creación de empleo.
La Secretaría de Estado de Iberoamérica fue creada en el marco del Ministerio de Exteriores y Cooperación durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en 2006, pero fue eliminada luego por la política de austeridad frente a la crisis financiera en el país. Rajoy expresó explícitamente que quiere reforzar las relaciones con América Latina y que estas estarán basadas en el compromiso con "los derechos humanos, las libertades y la democracia".
En los últimos años España ha sufrido una gran pérdida de influencia política en la región. La XXI Cumbre Iberoamericana, por ejemplo, que se celebró el pasado octubre en Paraguay estuvo caracterizada por ausencias notables entre los líderes, entre ellos el propio José Luis Rodríguez Zapatero. Faltaban también los jefes de Estado de Argentina, Brasil, Uruguay, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Honduras, además de Colombia, República Dominicana y Venezuela, países todos que fueron representados por sus vicepresidentes o cancilleres.
Fuente: RT
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