Por primera vez desde que empezó el siglo XXI, España cerró el año en 'números rojos' de población. Según detalla el Instituto Nacional de Estadística (INE)
En su informe anual, el saldo migratorio negativo en 2011 se debe a que la gente que llega al país no puede compensar la huida masiva de los inmigrantes que vuelven a sus estados de origen y de los españoles que se van al extranjero en busca de la posibilidad de ganarse la vida.
Las salidas a lo largo del año superaron las entradas en 93.893 personas, 20.484 españoles entre ellas. En total, para instalarse en España llegaron 457.650 personas, mientras que otras 507.740 'huyeron'.
En el período anterior a la crisis de 2008 la tendencia era completamente distinta. Así, entre 2002 y 2006 la población española crecía en más de 600.000 personas anualmente. En 2007 los flujos migratorios llegaron a su máximo: aumentó la población en 716.257 residentes. Sin embargo, una vez empezó la crisis financiera global, la cifra fue mucho más moderada: en 2008 la tasa del incremento migratorio de población apenas superó las 440.000 personas. Durante los dos años posteriores todavía se registraba crecimiento, pero oscilaba alrededor de las 50.000 personas.
Mikel Mazkiaran, portavoz de SOS Racismo, un movimiento social español por la igualdad de derechos, no se mostró pesimista ante la cifra de 2011: "Es muy probable que gran parte de los retornos correspondan a población recién llegada que, al no encontrar trabajo, decidió volver".
Según el experto en demografía Juan Díez Nicolás, se trata, en cambio, de una fuga de cerebros: "Ya se nota el descenso de jóvenes con preparación, con títulos y conocimiento de idiomas que no ven salidas claras en España y buscan su futuro en otros países". El analista subraya que hoy en día los jóvenes están cambiando la conciencia de movilidad. "Ahora ya estudian con la intención de marcharse", opina.
"La razón no es otra que la crisis", insiste. Desde 2008 el mercado laboral en España no deja de reducirse. Actualmente, alcanzó una tasa de desempleo del 21,52% y, al parecer, podría no haber tocado techo aún.
Fuente: RT
En su informe anual, el saldo migratorio negativo en 2011 se debe a que la gente que llega al país no puede compensar la huida masiva de los inmigrantes que vuelven a sus estados de origen y de los españoles que se van al extranjero en busca de la posibilidad de ganarse la vida.
Las salidas a lo largo del año superaron las entradas en 93.893 personas, 20.484 españoles entre ellas. En total, para instalarse en España llegaron 457.650 personas, mientras que otras 507.740 'huyeron'.
En el período anterior a la crisis de 2008 la tendencia era completamente distinta. Así, entre 2002 y 2006 la población española crecía en más de 600.000 personas anualmente. En 2007 los flujos migratorios llegaron a su máximo: aumentó la población en 716.257 residentes. Sin embargo, una vez empezó la crisis financiera global, la cifra fue mucho más moderada: en 2008 la tasa del incremento migratorio de población apenas superó las 440.000 personas. Durante los dos años posteriores todavía se registraba crecimiento, pero oscilaba alrededor de las 50.000 personas.
Mikel Mazkiaran, portavoz de SOS Racismo, un movimiento social español por la igualdad de derechos, no se mostró pesimista ante la cifra de 2011: "Es muy probable que gran parte de los retornos correspondan a población recién llegada que, al no encontrar trabajo, decidió volver".
Según el experto en demografía Juan Díez Nicolás, se trata, en cambio, de una fuga de cerebros: "Ya se nota el descenso de jóvenes con preparación, con títulos y conocimiento de idiomas que no ven salidas claras en España y buscan su futuro en otros países". El analista subraya que hoy en día los jóvenes están cambiando la conciencia de movilidad. "Ahora ya estudian con la intención de marcharse", opina.
"La razón no es otra que la crisis", insiste. Desde 2008 el mercado laboral en España no deja de reducirse. Actualmente, alcanzó una tasa de desempleo del 21,52% y, al parecer, podría no haber tocado techo aún.
Fuente: RT
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