La crisis de deuda de la zona euro posibilita cada vez más el regreso de las monedas nacionales.
Los expertos hablan ya de esta opción en términos de cuándo podría comenzar a implementarse.
Europa vuelve a sus monedas
En general, hay una serie de factores que favorecen la propuesta y la población no está en contra. Así, según las encuestas, más de un tercio de los franceses abogan por el regreso al franco. En la ciudad de Leblanc, en el centro del país, las tiendas y bancos todavía usan los francos que quedaron obsoletos desde el 2002.
Paradójicamente, los alemanes también votan a favor del marco, aunque su política de exportación debería hacerlos fieles a la moneda única. Además, el ex primer ministro de Grecia Yorgos Papandreu solía a asustar a los prestamistas europeos con el regreso a la dracma.
Los expertos han acuñado ya un nombre para este escenario decepcionante: el 'Eurogeddón'. En este contexto, los bancos centrales de los países de la eurozona ya comenzaron a preparar los mecanismos para "reanimar" sus monedas nacionales en caso del colapso de la unión monetaria.
Los bancos centrales unidos contra el euro
El Banco Central de Irlanda ha sido uno de los primeros en preparar los documentos necesarios para empezar a trabajar rápidamente con su moneda nacional. Incluso, ahora está considerando seriamente la posibilidad de obtener un acceso adicional a la imprenta para crear nuevos billetes.
Algunos bancos centrales de Europa están abandonando poco a poco el euro como su principal referencia y comienzan a trabajar en los mecanismos para lograr la estabilidad de sus monedas nacionales.
Así el Banco de Grecia anunció que tiene sus propias instalaciones para imprimir billetes. El Banco Central de Suiza, que recientemente vinculó el franco suizo al euro, se encuentra ahora en busca de una guía más confiable. Una situación similar ocurre en Letonia.
El Banco Central de Bosnia-Herzegovina eligió un rumbo más claro y en caso del colapso de la zona euro atará su divisa al marco alemán.
Las autoridades de Montenegro, que no entró formalmente en la zona euro, no han trasladado todas sus operaciones a euros, sino que han comenzado a analizar la introducción de su propia moneda nacional.
Las principales instituciones financieras consideran con urgencia la transferencia a una moneda nacional, lo que indica un rápido deterioro de la situación en la región, afirman los expertos.
Fuente: RT
Los expertos hablan ya de esta opción en términos de cuándo podría comenzar a implementarse.
Europa vuelve a sus monedas
En general, hay una serie de factores que favorecen la propuesta y la población no está en contra. Así, según las encuestas, más de un tercio de los franceses abogan por el regreso al franco. En la ciudad de Leblanc, en el centro del país, las tiendas y bancos todavía usan los francos que quedaron obsoletos desde el 2002.
Paradójicamente, los alemanes también votan a favor del marco, aunque su política de exportación debería hacerlos fieles a la moneda única. Además, el ex primer ministro de Grecia Yorgos Papandreu solía a asustar a los prestamistas europeos con el regreso a la dracma.
Los expertos han acuñado ya un nombre para este escenario decepcionante: el 'Eurogeddón'. En este contexto, los bancos centrales de los países de la eurozona ya comenzaron a preparar los mecanismos para "reanimar" sus monedas nacionales en caso del colapso de la unión monetaria.
Los bancos centrales unidos contra el euro
El Banco Central de Irlanda ha sido uno de los primeros en preparar los documentos necesarios para empezar a trabajar rápidamente con su moneda nacional. Incluso, ahora está considerando seriamente la posibilidad de obtener un acceso adicional a la imprenta para crear nuevos billetes.
Algunos bancos centrales de Europa están abandonando poco a poco el euro como su principal referencia y comienzan a trabajar en los mecanismos para lograr la estabilidad de sus monedas nacionales.
Así el Banco de Grecia anunció que tiene sus propias instalaciones para imprimir billetes. El Banco Central de Suiza, que recientemente vinculó el franco suizo al euro, se encuentra ahora en busca de una guía más confiable. Una situación similar ocurre en Letonia.
El Banco Central de Bosnia-Herzegovina eligió un rumbo más claro y en caso del colapso de la zona euro atará su divisa al marco alemán.
Las autoridades de Montenegro, que no entró formalmente en la zona euro, no han trasladado todas sus operaciones a euros, sino que han comenzado a analizar la introducción de su propia moneda nacional.
Las principales instituciones financieras consideran con urgencia la transferencia a una moneda nacional, lo que indica un rápido deterioro de la situación en la región, afirman los expertos.
Fuente: RT
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