Los fragmentos de la estación interplanetaria rusa Fobos-Grunt, que por un fallo aún no esclarecido quedó en la órbita terrestre en lugar de tomar rumbo a Marte, caerán mañana en el Pacífico junto a las costas chilenas, según ha informado este sábado Roskosmos, la agencia espacial rusa.
"El momento más probable de la caída de los restos del aparato espacial Fobos-Grunt será el 15 de enero a las 21.51 hora de Moscú (17.51 GMT)", dice el comunicado.
La Fobos-Grunt, lanzada el pasado 9 de noviembre, debía cumplir una misión de 34 meses que incluía el vuelo a Fobos, una de las dos lunas de Marte, el descenso en su superficie y, finalmente, el retorno a la Tierra de una cápsula con muestras del suelo del satélite marciano.
El proyecto, con un coste de 5.000 millones de rublos (unos 170 millones de dólares), tenía como objetivo estudiar la materia inicial del sistema solar y ayudar a explicar el origen de Fobos y Deimos, la segunda luna marciana, así como de los demás satélites naturales en el sistema solar.
El ingenio pesa 13 toneladas y media, de las que 11 corresponden al combustible, y mide algo más de seis metros de largo. Tiene una envergadura de casi cuatro metros sin contar los paneles solares, cuya longitud cuando están extendidos es de ocho metros, según informa Rafael M. Mañueco.
En la nota difundida por la agencia rusa se advierte, no obstante, que la caída podría retrasarse al lunes y producirse en otro sitio. Se señalan tres factores que podrían hacer cambiar las cosas: una disminución de la altura de la órbita, la actividad solar y el estado de la atmósfera terrestre. En cualquier caso, afirma Roskosmos, el carburante (dimetilhidrazina) hará explosión cuando el aparato se acerque a los 100 km. de altura y asegura que «unos 20 o 30 fragmentos, con una masa total de no más de 200 km., serán lo que lleguen hasta la superficie de la Tierra». Todo lo demás se habrá desintegrado. La pila de cobalto de un espectrómetro es la única fuente radiactiva del artefacto, pero, al tener una masa inferior a los diez kilogramos, se considera que no reviste peligro.
Después de varios intentos fallidos de enviar sondas a Marte, en 1988, 1989 y 1996, Rusia se dispuso a reanudar los periplos interplanetarios no tripulados hace cinco años. El lanzamiento de la Fobos-Grunt debió haber tenido lugar en 2009, pero fue aplazado por no estar todavía a punto. El proyecto ha tenido un coste de unos 120 millones de euros. Se pretendía que la sonda se hubiese posado en la superficie de Fobos, una de las lunas de Marte, dejando allí una estación automática y enviando de regreso a la Tierra muestras de su suelo. La investigación hubiese aportado importantes datos sobre el origen del sistema solar y abundante información de cara a un futuro vuelo tripulado a Marte.
El año 2011 ha estado plagado de fracasos para la industria espacial rusa. Se han malogrado por lo menos siete aparatos, entre ellos una nave de carga Progress. Este accidente trastocó el régimen de trabajo y los relevos en la Estación Espacial Internacional (ISS).
Fuente: ABC.ES
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